TRATAMIENTO Y REHABILITACIÓN DE UN ICTUS
La rehabilitación temprana e intensiva después de padecer un ictus es fundamental para trabajar sobre aquellas secuelas que hayan aparecido tras el daño y obtener un mejor pronóstico. La rehabilitación persigue conseguir que las personas puedan volver a realizar las actividades de su vida diaria de la manera más independiente posible. El retraso en el inicio de la rehabilitación después de un ictus puede empeorar el pronóstico funcional de las personas que lo han sufrido y, en muchas ocasiones, se produce un alto índice de institucionalización.